Según la Agencia Europea del Medio Ambiente, el 41% del consumo energético global se destina al funcionamiento de los edificios. Si tenemos en cuenta que, según esa misma fuente, el 75% del parque edificatorio europeo es ineficiente desde el punto de vista energético, podemos afirmar que los datos son extraordinariamente alarmantes.
Esto explica por qué cada vez son más los actores interesados en abordar el reto de la optimización energética en el entorno edificatorio. Entre ellos podemos encontrar facility managers, consultores energéticos o ingenierías de desarrollo de soluciones para smart buildings. Empresas que, en definitiva, se plantean el reto de adoptar nuevas alternativas tecnológicas que nos permitan asegurar unos óptimos niveles de eficiencia energética en nuestros edificios.
En este sentido, durante los últimos años el Internet de las Cosas (IoT) se ha posicionado como una de esas alternativas tecnológicas capaz de jugar un rol relevante a la hora de afrontar el reto que se nos plantea. Así, en el presente artículo nos centraremos en explicar en qué consiste una solución IoT para la gestión energética de edificios inteligentes y describiremos los beneficios que supone a la hora de minimizar el uso de los recursos disponibles, manteniendo las prestaciones que las instalaciones gestionadas.
1. El reto de la eficiencia energética en edificios inteligentes
Un edificio inteligente es aquel capaz de maximizar sus prestaciones haciendo un uso óptimo de los recursos disponibles.
Entendemos las “prestaciones” del edificio en términos de funcionalidad en las operaciones, la experiencia del usuario y su seguridad, tanto de las personas como de las propias instalaciones. En cambio, al referirnos a sus “recursos”, pensamos en variables económicas, humanas, energéticas y tecnológicas necesarias para su buen funcionamiento.
Cuando hablamos de edificios inteligentes, hablamos de soluciones conectadas. Soluciones tecnológicas que permiten hacer un uso más eficiente de los recursos del edificio y garantizar la calidad en las prestaciones que ofrece a los usuarios.
¿Quién no ha sentido frío, o excesivo calor, al entrar a un edificio por uso inadecuado de los sistemas de climatización?
Este es solo un ejemplo cotidiano, más que representativo, del uso tan ineficiente que solemos hacer de los recursos energéticos en la mayoría de las instalaciones. No cabe duda de que existe un gran margen de mejora en este ámbito de oportunidad.
2. Arquitectura de una solución IoT para la gestión energética de edificios
Desde Monolitic, creemos que el uso inteligente de los recursos tecnológicos es la respuesta para resolver los problemas complejos que nos plantea la escasez de recursos en nuestro planeta. Se trata de una eficiente respuesta a las necesidades de un usuario cada vez más exigente con la calidad de los servicios que consume, y que ayuda a lidiar con una situación compleja marcada por importantes limitaciones presupuestarias.
Es por ello que apostamos por las tecnologías IoT con dos claros objetivos:(1) conseguir hacer un uso más eficiente de la energía en los edificios y (2) facilitar la gestión de los recursos necesarios para ello.
Pero, antes de plantearse implementar una solución IoT en la gestión de edificios inteligentes es importante conocer el objetivo (qué queremos medir y hacer) y su arquitectura (cómo funciona la solución, de qué dispositivos disponemos en la instalación y qué el lo que necesitamos gestionar y controlar).


Una solución IoT para la gestión energética de edificios inteligentes se basa en la incorporación de sensores que permitan captar información acerca de las variables del edificio. Por ejemplo, en sistemas de calefacción, ventilación y climatización, en las redes de luminarias y automatismos instalados en accesos, así como en contadores del consumo necesario para su funcionamiento.
La información recopilada por la red de sensores se podría centralizar en un Smart Gateway con capacidad para gestionar de forma inteligente una serie de acciones en las instalaciones. Esto se consigue con una previa programación de acciones correctoras de manera local (edge computing). En un primer momento podremos actuar en base a la información que envían los sensores e intervenir con agilidad siempre que sea necesario corregir cualquier irregularidad de consumo de forma urgente.
Si no contamos con un Gateway inteligente, existen soluciones para el control remoto de dispositivos que habilitan un acceso directo al web server de los equipos instalados en el edificio. Con ellas podremos controlar este tipo de decisiones de primer nivel, siempre y cuando el web server de los dispositivos de origen permita activar órdenes concretas.
Por otra parte, la solución IoT nos permitirá enviar la información a una plataforma cloud de gestión en la nube, donde los datos podrán analizarse de forma mucho más profunda y específica. Gracias al resultado de monitorizar y procesar la información en la plataforma, podremos interactuar con otros sistemas de gestión ya existentes, o con redes de actuadores ubicados en el edificio, para automatizar el encendido o apagado de equipos en base a rangos de consumo energético previamente establecidos.
3. Beneficios de una solución IoT para la gestión energética de Smart Buildings
Como hemos visto hasta, la adopción de un sistema IoT para la gestión energética de edificios inteligentes nos va a permitir:
- Generar conocimiento para una mejor gestión de las instalaciones.
Gracias a la centralización de datos ambientales y de consumo que capta la red de sensores instalada en el edificio. - Tomar decisiones eficientes.
Al cruzar los datos de consumo de las instalaciones con la calidad climática y ambiental que éstas ofrecen a los usuarios, obtenemos la información necesaria para establecer los niveles óptimos de energética. - Conectar distintos sistemas de gestión de las instalaciones.
La comunicación de datos entre los sensores del edificio y un Smart Gateway o solución para el control remoto de dispositivos, hace posible procesar los datos obtenidos de varios sistemas a nivel local, o bien, enviarlos a una plataforma de gestión en la nube para analizarlos con mayor profundidad. - Programar acciones correctivas de forma inmediata.
A través de la red de actuadores de las instalaciones, permite regular el rendimiento de los equipos para garantizar los más altos niveles de eficiencia energética y calidad ambiental de las instalaciones en todo momento. - Evitar desplazamientos del equipo técnico para tareas de mantenimiento.
Accede de forma remota a la red, de una o varias instalaciones, y simplifica su gestión para corregir incidencias desde cualquier lugar, ahorrando los costes de desplazamiento del equipo técnico al lugar donde se encuentra la instalación.
En definitiva, las soluciones IoT se presentan como una gran oportunidad para impulsar los servicios de gestión energética de infraestructuras o de cualquier instalación que incorpore sistemas eléctricos y de control climático. En este sentido, ya disponemos de soluciones tecnológicas en el mercado de ágil instalación y fácil funcionamiento, que nos ayudan a gestionar con mayor eficiencia los recursos energéticos en edificios inteligentes.